PEDESTRE EN EL DILUVIO.

Cualquier ejercicio de ego tiene una razón: YO; cualquier ejercicio de ego del resto tiene también un motivo: USTEDES (mismos); obvio, yo y los demás, personas humanas concientes de nosotros y objetos de pensamiento diría alguna ciencia. Gentes por la vida iluminadas por la necesidad de hablarle al mundo, o al menos al más cercano, el universo que nos rodea y que ojala se expanda: mientras mas te “comenten” menos atribulado; razón: socialmente conectado, solo en casa pero conectado. Tribunas post(no de postear)modernas para mirar el escenario y dar sobre los diferentes actos nuestra personal opinión: flog, flickr, blog y un montón de herramientas cibernéticas, alojamientos personales, bitácoras existenciales o parrilla personal a disposición del resto y que coman (si hasta el hippie de Horcón tiene fotolog), que a lo largo y ancho del tiempo creo que se convertirán en largos etcéteras y que cuál arma vengativa de doble filo recién afilado podrían ser mañana la Némesis atacando la falta de mesura y perfecta para el resto restregarnos nuestras pasiones juveniles hechas positivas papel, video o imagen Internet hoy… mañana ayer. Y ahí está el pero, ahora bien y ¿mañana que?

Como sea yo también caí, conciente de la misión: cultivar mi yo, el ego y a veces también el otro, el alter me. Cuando en Leaving las Vegas el personaje del hoy por hoy heroico Nicolás Cage, Ben, le decía a esa servidora del placer para el ensueño de oficio y gentil profesión “eres alguno de los ángeles que me me visita en mis ebrias fantasías”, no había otro alcohólico análisis en sus palabras que el tormento de sentir que en EL fondo del vaso podían estar las respuestas a los problemas… bueno, con este blog pasa lo mismo, espero que ella vea el fondo y no la forma prostituta casi literaria de mis palabras. A diferencia de la película no estoy diciendo que quiero terminar mi vida bebiendo como cosaco para acabar mi prometedora vida que aún no empieza en algún folclórico casino poblacional apostando 500 pesos para perder 500 pesos más el buen sentido de la diversión… el dilema emocional es que quiero volver a enamorarme y existe un abismo gigantesco de esos en que “te llevas el rio” y debes necesariamente “saciar la sed de tu adivino” y “desaparecer”… Ah cierto, el problema: ¡aun sigue ella siendo el ángel de mis ebrias fantasías!... y mi ego cibernético es la única forma de manifestárselo sobrio… escribiendo sobrio… ahora bien, pero ¿mañana que?

Canción cusqueña con mucha luz y demasiado Hip Hop: BELLE & SEBASTIAN- Another sunny day.