Thursday, September 21, 2006

A PROPOSITO DEL SUE 2006 que buen BUE.


Me rió… no puedo dejar de reír. Pero a medida que recuerdo y maltraídamente lo sigo haciendo, no masoquista porque nunca humillado ya no me alegro tanto. Alegoría. Y lo que no fue figurado fue el “supuesto” mejor concierto del año, que sin duda a los ojos y mente de los mas entendidos lo seria sin discusión y la apelación contraria no tendría lugar en muchos meses adelante, aunque siempre pensé lo contrario… y ella estaba lejos. Bueno yo también, pero había una diferencia, Mademoiselle tenia una entrada, anticipadamente adquirida, sufrida compra con doloroso desembolso.

Un cuento en donde los recargos al espectáculo fueron un tema de preocupación nacional y de gestión incluso gubernamental. Excesos más o menos, ella tuvo su entrada, concierto pactado y cita con la "banda activista y políticamente más hostil" hacia el “boss”…

Nos fuimos con todos los elementos camino a la primera frontera, dos semanas antes de tan publicitado concierto. Pero la devaluación monetaria en aquel país impidió un regreso rápido y el viaje se extendió por más tiempo (no continuo) de lo que nosotros en principio hubiésemos pensado. La “ciudad escondida” ahora no tanto, finalmente y con lluvia ante nuestros ojos asombrados había llegado y nosotros aún en tierra ajena, distantes de lo sucedido en Chile, solo sabíamos que Bono entraría a escena, por supuesto con parafernalia puesta en escena. Todos querían estar allí, o al menos gran parte de un “todo” que sabía al menos no apreciar una mesurada billetera. Pero para ella eso no era lo importante, digo… por lo vivido.

El tema del concierto empezó a tomar cuerpo en nuestras ideas, city tour, borracheras, peleas y muchos etcéteras a medida que se aproximaba la hora del “Vértigo” tour. El pensar volver a casa entonces se transformó en asunto de conversación. Era necesario tomar una decisión, una de aquellas en que suplicantemente hubiera una “mujer ciega con una balanza” y le hiciera justicia a nuestro debate. Volver o no volver esa era la cuestión. Estaban los pro y los contra, los a favor y los insuficientes. Nos quedaba plata y por supuesto que también queríamos seguir con nuestro viaje, en ese instante ya quizás separados y conocer lo que mas se pudiera pero con menos comer era pensamiento en nuestro día despierto y en malditas noches de insomnio extranjero... o al menos los míos.

Comenzó la “odisea” cibernética, empezamos a conectarnos con mas frecuencia de lo que lo hacíamos con anterioridad, despertando la preocupación familiar y social por tanta noticia afuerina y ¡oh!, repentina… simple necesidad y ahí estaba mi tarea. Llame a mi casa, los involucré, e incluso los apuré. Por apurón también ella me retó…

Dialogo de sordos, mudos y demasiado revueltos: “…reserva los pasajes…”, “¡segura!”, “los valores”, “¿segura?”, “…las salidas Gonzalo…”, “… ¿¡segura!?...”, “…no, no toi’ segura…”. Forma de comunicación moderna todo para que la rockera viera su concierto de estadio. En ese caso, yo por supuesto me iría a casa, porque de boletos yo nada. El asunto en concreto es que era jueves allá, viernes acá, o viceversa ya ni sé… y si había disponibilidad de viaje era para un tal temprano en que apurados llegaríamos al concierto del domingo (día que si estoy seguro)… pero al show solo ella. Yo de vuelta a Babel.

Haber y punto. Los resultados de las gestiones quedaron en nada. Reserva de pasajes de Arica a Santiago cero posibilidad. Mientras, yo sudaba de miedo bajo el sol inca marcando mis lentos pasos por nunca volver porque a mi lado estaba ella… ella con mas intensidad, caminando rápido y adelante con una decisión que finalmente no se converso adornada en una inercia que nos mando de Perú a recorrer el Titicaca pero del lado del país sin mar…

El asunto se complicaría más, porque EL DIA QUE NO VIO A U2 POR ESTAR SIN MI EN PERU, la decisión final pareció equivocada…

CANCION DE ISLA SIN LUZ... Last goodbye-Jeff Buckley.

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